miércoles, 1 de octubre de 2014

La diskafpacidad

                                             La diskafpacidad


“Cuando Gregorio Samsa se despertó en aquella mañana, después de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto” (Kafka 1972), y su vida de sujeto con valor  para su familia, tornó a ser un problema que terminaría afectando la acostumbrada dinámica familiar y su condición humana. Este hombre que cargaba con resignada lealtad la responsabilidad económica de su familia, llevaba una vida útil y acomodada a la imposición familiar, para sostener el equilibrio del hogar. Velaba por no perturbar el descanso de su viejo padre, la frágil salud de su madre y soñaba con brindarle a su hermana, con quien llevaba una especial relación  fraternal, la oportunidad de cultivar sus habilidades musicales, pese a sacrificar sus deseos, a costa de sostener un trabajo que no le satisfacía en su vida personal.
El día en que Gregorio sufre su penosa transformación, comienza para él una  continua pérdida tanto de su capacidad para valerse por sí solo, como la del lenguaje para expresar sus pensamientos, sentimientos y emociones. Ahora la vida de Samsa se reduce al pequeño mundo de una habitación y a la escasa comprensión de su hermana para sobrevivir, ahora que es un discapacitado comenzará a sufrir la incomprensión y la imposición de una cantidad de “barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás". (Convención de la ONU, 2006). La imposibilidad de hacerse comprender a través del lenguaje lo llevará a perder su empleo, y poco a poco su familia, quienes al no comprender la condición que lo imposibilita a llevar una vida “normal”,  lo reducen a un cuarto y comienzan a temerle y a sentir vergüenza de él, negándole todo contacto con ellos mismos y con los demás. Dentro de la rota armonía familiar y social, “casi nunca se incluye a las personas con discapacidad como integrantes naturales de la comunidad” (ORG Integrando). Es entonces como posteriormente a la discapacidad llega el rechazo, la incomprensión y la completa pérdida de la interacción con el mundo. La familia juega aquí un papel determinante en el confinamiento de este ser, y no sólo se transforma el mundo de este, si no que la vida familiar va a cambiar por completo y los sentimientos de amor por Gregorio, van a manifestarse en algo más parecido al desprecio y al asco, producto del miedo a lo ajeno, que es ese nuevo ser. Repetidas veces se verá  en la casa Samsa, que los esfuerzos de este  hombre para establecer un contacto con cualquiera de ellos, les genera un desequilibrio , situación conducente a la desvinculación paulatina del sujeto, de la sociedad y de la deshumanización, tanto del discapacitado como de sus semejantes, “la hermana…empujaba con el pie cualquier comida en el interior del cuarto” y después “sin fijarse siquiera si Gregorio había probado siquiera la comida o si ni siquiera la había tocado, recogía los restos de un escobazo, el arreglo de la habitación, que siempre tenía lugar de noche,  no podía así mismo ser más rápido. Las paredes estaban cubiertas de mugre y el polvo y la basura se amontonaban en los rincones” (Kafka 1972).
La situación no comprendida, los cambios en el ambiente familiar, descuido, rechazo, temor, negación del otro, obran en la psiquis familiar el deseo de terminar con la situación que les genera tanto malestar  y en voz de la hermana, se expresa la incapacidad de afrontar el estado del hermano, así que dando un  fuerte puñetazo sobre la mesa dice “esto no puede continuar así. Si vosotros no lo comprendéis, yo me doy cuenta. Ante este monstruo, no quiero pronunciar siquiera el nombre de mi hermano, y por lo tanto sólo diré esto: es forzoso intentar librarnos de él…Cuando hay que trabajar lo que nosotros trabajamos” (dice el padre) “no es posible sufrir además, en casa, estos tormentos.” (Kafka 1972),
La discapacidad a la luz de estos acontecimientos refuerza la condición en la que se siente Gregorio al despertar de ese sueño intranquilo y lo presenta como a todo aquel que sufre una  invalidez o condición de diferencia,  son “estigmatizados y es como si no se los considerara totalmente humanos” (ORG Integrando), un monstruoso insecto que causa terror y es blanco del rechazo  y la incomprensión. La humanidad, parece no poder soportar una condición especial y por tanto diferente, entonces recurre a la anulación del otro tal vez para no ver en él la frágil condición humana, tal vez  para huir de la inseguridad de lo desconocido; y es tal su encono frente a esta “fragilidad” que el sujeto que padece en este estado, se desdibuja, pierde su humanidad, se segrega bajo la oscuridad que lo invisibiliza y termina convenciéndose de su nulidad, hasta el punto en que Gregorio, en su apacible meditación “hallábase aún más firmemente convencido que su hermana, de que tenía que desaparecer” (Kafka 1972). Los Samsa mostruosamente transformados decidieron “olvidar de una vez las cosas pasadas”  (Kafka 1972).


Erika Alexandra Ortiz Acevedo
Maestría en Literatura
Universidad Pontificia Bolivariana
Cohorte 3
Grupo 1
Agosto 30 de 2014



Referentes  bibliográficos  y cibergrafía:
*KAFKA, Franz. Traducción: Francisco Castillo. Ed. El Cid. Bogotá 1972.
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS  CON DISCAPACIDAD, Protocolo facultativo. Preámbulo. Organización de derechos Humanos

lanación.com, Sábado febrero 2 de 2013. Editorial.